UAM-X

Este libro es un recuento sistemático de la violencia extrema en la ciudad de México, interior de la república y algunos puntos del planeta. Meramente significativa es la elección de los acontecimientos para la subjetividad y la posición relativa del autor ante los hechos de impunidad donde se inscriben ciertos dispositivos considerados como pedagogías del terror. Las escrituras que lo componen son un conjunto de delirios y paranoias presentes en una reflexión cautiva y desencantadora de los sistemas de significación imaginaria que determinan y crean los movimientos sociales en resistencia, así como de su contraparte el avance del Estado y sus máquinas de impunidad; estrategias de paralización y propagación del miedo ante la protesta y la incesante necesidad de transformación y cambio social. El imperio de lo siniestro es la imposibilidad de la subjetivación que, al proponer la inmanencia de la realidad ante su simbolismo, convierte a la realidad en un infierno inmediato, y no como metáfora, precisamente. La máquina social de la locura nos permite a los franceses Pilles Delcuze y Felix Guattan en su propuesta de El Anti-edipo y Mil mesetas; en sus derivas maquinitas del deseo que se fuga a la locura, soledad y muerte, como una perspectiva de lo que está por venir, o de lo que ya en definitiva nos habita como una realidad inexpugnable.

De Villamil sólo que da por plantear en la modernidad poca cosa; es un ser humano que se niega a esconder bajo la mesa después de los ejercicios de poder y desaparición del Otro, a los que el Estado Social de Ser nos acostumbra para vernos dentro de lo que éste considera como normal.

Por lo demás lo único que si sabemos es que el pulso de este escritor no se acostumbra a no conmoverse con la violencia impune.