UAM-X

En Besolario Citlali Ferrer confirma su vocación por el amor, el erotismo y el deseo, que también evoca en su narrativa breve. Confirma y reafirma ese prurito por explorar, a través de una poesía apasionada, todas las formas poéticas y enfoques temáticos que la mejor tradición de la poesía erótica en lengua española se impone. Tal como el Amado no puede ocultar, cuando es verdadero, el amor que siente por la Amada, o viceversa, la autora de estos poemas no puede ocultar que la voz que enuncia cada uno de sus versos está encarnada en ella misma, es su sangre y tiene su pulso, y que su destinatario es un nombre inocultable y, por encima de todo, irrenunciable. “El deseo es como el agua que baja de las montañas/no se detiene”, escribe en algún momento Citlali Ferrer, y tal vez sea esto (ese deseo del que hablaba Luis Cernuda, y esa realidad que lo cristaliza) lo que sostenga cada una de las páginas de Besolario. Porque como bien lo afirma la poeta, “lo que siempre quedará es la red que juntos urdimos”. Los que se adentren en las páginas de este libro no tendrán, pues, más remedio que celebrar junto a la poeta algo que pese a estos tiempos aciagos que vivimos, permanece intacto: el amor, que, constante, como lo quería Quevedo, perseverará más allá de la muerte.



Rogelio Guedea