UAM-X

Este libro pone en disposición dos polos para pensar las obras fílmicas: el de la hermeneusis y el de la esquirla. El primero se refiere a concitar la posibilidad ya no de una teoría de la fruición fílmica, sino de una hermenéutica del cine abierta a las inquietudes y fuerzas estéticas que hoy se despliegan. Más propiamente, una hermenéutica continuamente intervenida por la filosofía y la teoría, como potencias para la comprensión.

El segundo polo, desplegado en ?Imágenes esquirla?, refiere a lo que considero el principal dispositivo con el que el cine realiza el potencial de rompimiento del cine. A diferencia de lo que desarrollé en mi libro La fruición fílmica, lo llamado aquí ya no es el proceso con el que una audiencia, una comunidad o un sujeto espectador toma el filme y lo apropia (y lo cocrea), sino la cuestión de cómo el filme sale de sus lindes diegéticos y formales y actúa poniendo en crisis algunas de las estructuras imaginarias o político-culturales del mundo social al que refiere. La imagen esquirla hiere directamente la forma en que una sociedad percibe, conceptualiza y ratifica a sus sujetos y sus relaciones, o las relaciones entre los seres humanos y los otros

(no humanos, naturaleza, ambiente).